La ruana es muy práctica, prácticamente es un atuendo aparatoso, difícil de llevar, quien no tenga experiencia puede verse en problemas con su desplazamiento como quedarse enredado en un chamizo del camino, meter las puntas en el plato de cuchuco de trigo ó más trágico aún atorarse en la punta de una reja del cementerio como le pasó al mono espinosa una noche de rezos de ánimas recostado en un mausoleo; al pararse súbitamente movido por un repentino ataque de pánico su ruana engarzada en la punta ya mencionada se le antojó una mano de muerto halándolo al precipicio de la muerte, con tal suerte que quedó allí profundo hasta el amanecer, eso sí, no helado porque hasta en los momentos más difíciles las ruanas saben hacer bien su trabajo.

Nobsa no deja de admirarnos cada vez que hace noticia, noticias de las buenas, aquellas que alimentan el espíritu y exaltan el orgullo colombiano. Esta noble población del altiplano boyacense, es conocida por los tejidos de lana, especialmente la ruana moldeada por las manos amorosas de sus artesanos. Esta prenda tan apegada al sentir del pueblo boyacense tiene en Nobsa su fiesta y este año seguramente entrarán a hacer parte del Record Guiness como la población que elaboró la ruana más grande del mundo, de hecho, esta prenda ya se encuentra entre el pecho y la espalda de la iglesia que preside su plaza principal, magnífica estampa de su cúpula sacando la cabeza por entre el típico vestido que cuelga sobre su fachada